Los trabajadores sociales en los hospitales trabajan necesariamente junto con otros profesionales de la salud, y las perspectivas sobre el trabajo social de los médicos y enfermeras superiores son relevantes tanto para su relación con los trabajadores sociales como para el buen funcionamiento del hospital.
Una investigación exploratoria en la región de East Anglian ha producido perfiles de la práctica del trabajo social percibido en seis categorías diferentes de atención al paciente: quirúrgica y ortopédica, accidentes y emergencias, medicina para ancianos, medicina psicogeriátrica, psiquiatría y pediatría. Se reconoce que las funciones del trabajador social incluyen responsabilidades legales en materia de protección infantil y salud mental, y hay algunos roles secundarios que a menudo reflejan el interés personal o la esfera de especialización del trabajador social. Sin embargo, se considera que la función principal del trabajador social es la planificación del alta, una tarea a la que se le ha otorgado fuerza estatutaria en virtud del Servicio Nacional de Salud (NHS) y la Ley de Atención Comunitaria de 1990.
Las enfermeras y médicos entrevistados calificaron la calidad de la práctica del trabajo social predominantemente por la medida en que se consideraba que el trabajador social se identificaba inequívocamente con el hospital y su ética; pero también valoraban mucho la presencia y la facilidad de acceso de un trabajador social, y preferían el contacto regular con la misma persona. Vieron al trabajador social como un agente clave dentro del marco de la atención de salud y reconocieron que el papel de la atención social y el vínculo del trabajador social con la comunidad eran componentes cruciales de las buenas prácticas hospitalarias.
Davies, M., & Connolly, J. (1995). The social worker’s role in the hospital: seen through the eyes of other healthcare professionals. Health & Social Care in the Community, 3(5), 301-310.
