¿Es lo mismo estar solo que sentirse solo?
Pregunta con respuesta obvia: Sentir soledad es una sensación relacionada con la tristeza y es un sentimiento interno y doloroso, mientras que estar solo es carencia de compañía, tanto de contactos sociales como de familiares.
¿Te interesa la soledad? ¿Quieres conocer los tipos de soledad y formas de medirla? Te invito pues a que sigas leyendo esta entrada.
Esta entrada pertenece al grupo de instrumentos de evaluación en trabajo social sanitario.
Concepto y tipos de soledad según sus autores
Weiss (1973) (1) afirma que la soledad “es un fenómeno natural, un sentimiento que puede surgir en ciertos momentos de la vida y que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género, edad u otra característica sociodemográfica“. Diferenció entre dos tipos de soledad:
La soledad emocional: entendida como la respuesta subjetiva a la falta de una figura generalizada de apego.
La soledad social: como la falta de pertenencia a un grupo o red social. Este tipo de soledad puede ser resultado de la pérdida de roles sociales por jubilación, fallecimiento de la pareja, cambio de vivienda a otro barrio, etc.
Victor, et al. (2000) (2) afirman que la soledad es
la parte subjetiva de la medida objetiva del aislamiento social“, y se podría asimilar a un apoyo social pobre.
Young (1982) (3) refiere distintos tipos de soledad en función de su duración:
La soledad crónica: es la que dura dos o más años y es el sentimiento de insatisfacción con las relaciones sociales y la incapacidad de desarrollar relaciones sociales satisfactorias.
La soledad situacional: es la que surge después de un evento vital estresante, como la muerte del cónyuge o la ruptura de un matrimonio.
La soledad pasajera: es la forma más habitual y se caracteriza por episodios cortos de sentimientos de soledad.
Castro (2015) (4) propuso una nueva categorización de los tipos de soledad, diferenciando entre:
La soledad objetiva: se relaciona con los aspectos más objetivos del fenómeno, es decir, con la presencia o la ausencia de relaciones sociales.
La soledad emocional: incluye la percepción sobre las prestaciones de ayuda y cuidado que uno recibe de su red social.
La soledad social sintónica: deriva de la falta de sintonía con los otros (similar al concepto de soledad social descrito por Weiss).
La Escala de Soledad Social Este II
Para analizar esa percepción que tiene el sujeto del contento social y la vivencia que el mismo experimenta se ha diseñado y validado la denominada escala de “SOLEDAD SOCIAL” que intenta analizar esa experiencia subjetiva.
Esto se ha realizado a través de un proyecto de investigación entre La Universidad de Granada, a través del Gabinete de Calidad de Vida y Envejecimiento, y el IMSERSO durante el año 2009, por Rubio et al. (5).
Esta escala es la continuidad de la Escala Este I (Rubio y Aleixandre, 1999).
La escala Este I mide cuatro factores (la soledad conyugal, la soledad familiar, la soledad existencial y la soledad social), mientras que la escala Este II se centra en analizar en profundidad el factor de Soledad Social.
Características de la escala
Fiabilidad: Alfa de Cronbach de 0,72.
La versión final de la escala consta de 15 ítems con tres alternativas de respuesta:
Siempre | A veces | Nunca |
Esta escala se divide en tres factores:
Factor 1: Percepción del apoyo social.
Factor 2: Uso que el mayor hace de las nuevas tecnologías.
Factor 3: Índice de participación social.
La puntuación total de la escala oscila entre 0 y 30 puntos y se obtiene mediante la suma de la puntuación en cada uno de los ítem.
Se han diferenciado tres niveles de Soledad Social en función de la puntuación obtenida:
SOLEDAD SOCIAL
NIVELES | PUNTUACIÓN |
Bajo | 0 a 10 puntos |
Medio | 11 a 20 puntos |
Alto | 21 a 30 puntos |
Si quieres más información psicomètrica de la escala y acceder al documento descargable puedes consultar el siguiente documento de nuestra web.
Bibliografía 1. Weiss, R. S. (1973). Loneliness: the experience of emotional and social isolation. Cambridge, MA: MIT Press. https://psycnet.apa.org/record/1974-22306-000 2. Victor, C., Scambler, S., Bond, J. & Bowling, A. (2000). Being alone in later life: loneliness, social isolation and living alone. Reviews in Clinical Gerontology, 10, 407-417. https://www.cambridge.org/core/journals/reviews-in-clinical-gerontology/article/being-alone-in-later-life-loneliness-social-isolation-and-living-alone/5B070D099EC989DF39F6114F071E9EDC 3. Young, J. E. (1982). Loneliness, depression and cognitive therapy: Theory and application. En L. A. Peplau y D. Perlman (Eds.), Loneliness: A sourcebook of current theory, research and therapy, (pp. 379-406). Nueva York: John Wiley and Sons. https://www.liebertpub.com/doi/abs/10.1089/cpb.2007.0255 4. Blanco, M. D. P. C. (2016). El sentimiento de soledad en las personas mayores y su relación con la atribución causal y el afrontamiento (Doctoral dissertation, Universidad de Deusto). https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=158370 5. Rubio, R., Rubio, L., & Pinel, M. (2009). Un instrumento de medición de soledad social, Escala Este II. Madrid: IMSERSO. Disponible en: http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/rubio-soledad-este2.pdf