En la entrada de hoy nos trasladaremos a la época victoriana de Inglaterra para conocer los inicios del Trabajo Social Sanitario inglés.
En anteriores entradas, hablábamos de la primera trabajadora social en los EEUU, Garnet Isabel Pelton y como el Dr. Richard Cabot la contrató en el Hospital de Boston. En Inglaterra se dio una situación similar con la contratación de Mary Stewart por parte de Sir Charles Lock para valorar las condiciones sociales de los pacientes.
Antes de entrar en la historia de estos dos personajes nos situaremos en la Inglaterra de finales de 1900, una época marcada por la Revolución Industrial y el colonialismo. Una sociedad marcada por el moralismo, el puritanismo y una fuerte moral religiosa.
El 90% de la población residía en las grandes ciudades y alrededores, abandonando el ámbito rural; el 85% de la población pertenecían a la clase baja, distinguiendo entre ésta a la clase trabajadora, que se dedicaba principalmente a los trabajos domésticos y que no tenía ningún tipo de protección social, salvo las cubiertas por las Poor Laws (Ley de Pobres).
Enfermedades como la tuberculosis, el sarampión, el raquitismo o la viruela estaban muy presentes en la sociedad debido a las condiciones de las viviendas y, especialmente, a las condiciones laborales. Las personas con menos recursos tenían la posibilidad de acudir a centros sanitarios como hospitales o dispensarios donde recibir asistencia médica gratuita.
En los siglos XVIII y XIX el sector benéfico de los hospitales había tenido el mayor crecimiento de todas las instituciones sanitarias. En 1861 el 18,5% de las camas de hospitales eran voluntarias y en 1911 llegarían al 22%(Cullen,2013).
Los hospitales benéficos eran financiados por donaciones y legados de benefactores adinerados y se nutrían de médicos voluntarios, motivados por servir a la comunidad y por poder adquirir conocimientos médicos con la práctica. Esperaban poder tratar a la clase obrera “respetable” que no podían pagarse los tratamientos y que principalmente llegaban con cartas de recomendación.
Los benefactores del hospital recibían una serie de cartas de recomendación según las cantidad de aportaciones que realizaban y ellos podían decidir a quien darlas. Sin estas cartas de recomendación no eran asistidos, menos en situaciones de urgencias. Llegó un momento donde estas cartas de recomendación ya no se solicitaban y, sumando el hecho que cada vez los hospitales se especializaban con nuevos tratamientos y nueva aparatología, aumentaba la calidad de la atención y el reclamo para acudir a estos centros. La demanda fue en aumento llegando al punto de observar un colapso del servicio y la preocupación por parte de los médicos que se estuviera abusando de la voluntariedad de los hospitales.
En 1828 por el cirujano William Marsden fundó el Royal Free Hospital (en adelante RFH) de Londres para prestar asistencia médica gratuita y decidió que en su hospital no se utilizarían las cartas de recomendación. Para él “la indigencia y la enfermedad deberían ser el único pasaporte para obtener alivio gratis e instantáneo”. Sin las cartas de recomendación serían los profesionales del hospital los que decidían quien merecía ser, basándose en la observación de su apariencia y “moralidad”. Esté sistema de admisión se hizo muy popular entre las clases bajas e hizo que aumentara la demanda.
Esta preocupación llegó hasta el Comité Selecto de la Cámara de los Lords quien nombró un investigador a los hospitales para valorar los pacientes que abusaban de los servicios, pero en informe de la Junta del Hospital en 1894 revela que:
“Las investigaciones ocupan mucho tiempo y son imperfectas, porque están dirigidas por oficiales inexpertos que no tienen ningún medio para comprobar la veracidad de las declaraciones hechas por los pacientes”.
Cullen, 2013
Es en este momento donde se observa la necesidad de poner orden a la situación y es donde aparece Sir Charles Lock, secretario de la COS (Sociedad para la Organización de la Caridad) y que mostraba un fuerte interés por los aspectos sociales en la salud.
Charles Lock ofreció el perfil de una asistente social formada para ejercer de oficial de investigadora en el departamento outpatient del hospital.
El RFH contactó con Charles Lock y esté contrato a Mary Stewart como primera almoner en 1895.
Stewart disponía de conocimientos sobre las condiciones de vida de las personas pobres de Londres y la formación para poder valorar las situaciones económicas de los pacientes y derivarlos a otras entidades de caridad.
El contrato inicial fue de tres meses cuyo sueldo era asumido por la COS, pasados los tres meses volvió a su trabajo en la COS hasta que el Royal Free Hospital evaluara la actuación del almoner.
Se la situó en una pequeña esquina de la sala de espera, y durante el primer mes ningún médico le derivaría pacientes, así que tomó una actitud proactiva y de manera aleatoria y según llegaban los pacientes, realizaba las valoraciones. En los siguientes dos meses, los médicos admitieron el papel del almoner. Existe la creencia que pensaban que el rol del almoner venía a desafiar su autoridad y, al no ser así, empezaron a derivar más pacientes..
La evaluación fue positiva y volvió al hospital a jornada completa y con un sueldo de 125 libras, esta vez la mitad asumido por dos miembros del comité de la COS y el resto por parte del hospital. En aquella época y para una mujer se consideraba un muy buen sueldo.
Las principales funciones del almoner se podían resumir en tres:
- Evitar el abuso de utilización del hospital por personas que podrían costearse la atención médica privada.
- Derivar a aquellos pacientes que se podrían beneficiar de las atenciones por parte de entidades religiosas o de la Poor Laws
- Derivar a aquellas persones que podrían costear la atención médica en los ambulatorios provident. Lo que conoceríamos actualmente como seguros médicos donde se pagaban unas cuotas semanales o mensuales para ser atendidos. Estos ambulatorios se situaban en los barrios obreros de Londres y las cuotas iban de los 6 peniques para una persona soltera, diez peniques para casados y 6 peniques extra para las familias con hijos.
Era imposible que un almoner pudiera valorar todas aquellas personas que acudían al Hospital, pero se pensó también en el efecto disuasorio que tendría su presencia.
Stewart estableció tres categorías de pacientes:
- Los que se consideraba que su situación económica les permitía acogerse al sistema provident.
- Los que no podían acogerse a ningún sistema y debían ser atendidos gratuitamente.
- Los que necesitaban atenciones no médicas, si no de alimentos y otras atenciones y que eran derivados a otras entidades de caridad.
En la siguiente tabla observamos las actuaciones:
En la siguiente gráfica podemos observar la evolución de los pacientes que fueron valorados y los pacientes atendidos:
El número de valoraciones anual fue incrementado de 1000 pacientes más al año, dando un salto importante en los años 1897/8 i 1898/9, en parte por la contratación de dos asistentes como fueron la Srta. Brimmell i la Srta. Davison.
El hecho que disminuían el total de personas atendidas se atribuyó a la labor del almoner y quedó registrado en los informes anuales de la Junta del Hospital.
Las valoraciones que realizaba quedaban recogidas en el Almoners Record Book, donde anotaba toda una serie de datos anónimos de los pacientes, pero que ayudaban a poder ver el perfil de las personas que acudían, las valoraciones que hacía de los domicilios o los diferentes recursos de caridad a los que acudía para derivar aquellos casos que no debían atenderse en el hospital. La búsqueda de nuevos recursos sociales donde poder derivar a los pacientes y el conocimiento del funcionamiento en otros hospitales fue una parte importante del trabajo de Mary Stewart.
Entre 1895 i 1899 realizó un total de 14 informes recogidos en el Almoners Record Book que presentaba a las reuniones de la Junta semanal del RFH y que fueron una fuente de conocimientos sobre los estilos de vida de las personas que acudían al hospital.
En 1905 otros siete hospitales habían contratado almoners, que siguieron hasta 1948 cuando se reconvirtieron en personal del National Health Service (NHS) donde se les liberaba de sus históricas funciones para poder centrarse mas en las necesidades sociales de los pacientes y integrando su función a los tratamientos médicos.
En 1903, junto con otros siete almoners, Mary Stewart fundaba el Hopsital Almoners Comittee, la primera organización de trabajo social profesional y un antecedente de la British Association of Social Workers (BASW).
El 4 de enero de 1925, Mary Stewart fallecía en el hospital Royal Northen Hospital después de ser atropellada por un automóvil.
BIBLIOGRAFRAFIA: Lynsey T. Cullen, The First Lady Almoner: The Appointment, Position, and Findings of Miss Mary Stewart at the Royal Free Hospital, 1895–99, Journal of the History of Medicine and Allied Sciences, Volume 68, Issue 4, October 2013, Pages 551–582, https://doi.org/10.1093/jhmas/jrs020 Gehlert, S. (2019). The conceptual underpinnings of social work in health care. Handbook of health social work, 1-19.